¿Cómo Preparar Un Baño Para Un Gato?. Ningún gato baila de alegría cuando se prepara un baño. Si quieres bañar a tu gato, necesitas un plan: ¡una estrategia inteligente que no deje nada al azar!
Sugerencias:
1. Asegura el área:
Cierra las ventanas y puertas (¡la puerta del baño solo cuando el gato está en la habitación, por supuesto!). Quita los objetos frágiles del alcance. Encienda un poco la calefacción en invierno para que la habitación esté lo suficientemente cálida.
2. Prepare los productos para el baño:
Prepare lo que necesita (champú, peine, toallas, secador)
Ponga un poco de agua (máximo 15 cm, a 35 °) en un recipiente grande o en la tina. Coloque toallas para protegerse contra salpicaduras y goteos… y no está de más pedir refuerzos: ¡uno para lavar, el otro para distraer! De esta manera, todos ustedes tienen la posibilidad de sobrevivir al baño físicamente ilesos.
Ayuda:
Antes de comenzar, ten a mano todo lo que necesitas para bañarlo o lavarlo. Si no es así, ¡tu gato podría aprovechar la oportunidad para escapar!
Champú para gatos:
Hay muchos champús para gatos y eso puede dificultar la elección del correcto. Asegúrate de utilizar uno sin aditivos ni fragancias artificiales. Los champús que usa para usted o para otros animales, como perros, no son adecuados para gatos.
Toallitas:
Debes tener mucho cuidado con la cara del gato durante el baño. ¡Nunca dirijas el cabezal de ducha o agua sobre la cara del gato!
Usa un paño suave y limpia la cara con delicadeza, solo con agua tibia: sin champú
Recipiente o bañera:
¡Un recipiente con agua es perfecto para el baño de un gato! Primero, coloca el recipiente en un lugar donde tu gato se pueda acostumbrar. Llenarlo con un poco de agua tibia para que se moje desde los pies hasta el estómago. También puedes poner a tu gato en la bañera. De esa manera, el piso se mantiene seco y agradable y no necesitará tantas toallas.
3. Que tener en cuenta al bañar a mi gato:
Introduce al gato con cuidado en el agua tibia.
Luego, usando una taza, vierte agua suavemente sobre el cuerpo del gato, desde el cuello hasta la cola.
Evita el rostro: límpielo siempre con un paño suave. Luego aplica un poco de champú, masajea y enjuaga el pelaje con la taza.
¡ATENCIÓN! ¡Nunca laves la cara o los ojos con champú!
¡Limpialos con una toallita húmeda y sin champú!
4. Después del baño:
Cuando se enjuague todo el champú del pelaje, puedes cepillar suavemente el agua restante con la mano. Levanta tu gato mojado sobre una toalla y sécalo.
Por lo general, a los gatos no les produce demasiado hormigueo el frotarlo en seco o el secado ligero con secador. Pero en caso de temor o ansiedad al ruido secador, evítalo, y procede solo a frotarlo con una toalla seca. No lo expongas a corrientes de aire mientras permanece húmedo.
¡Está hecho! Felicítalo y dale una golosina favorita después para que recuerden el baño como una experiencia positiva.